Cerámica de la cultura Mochica
De todas sus representaciones artísticas, la cerámica de la cultura Mochica es la más importante y conocida, al punto de que a los artesanos de esta civilización se les conoce como los mejores ceramistas del Perú antiguo. ¿Qué tenía de especial su cerámica para recibir ese título? En este artículo lo explicamos.
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¿Cómo fue la cerámica de los Mochica?
Los expertos señalan que la cerámica de la cultura Mochica tenía cuatro características básicas. La primera de ellas es que era escultórica, es decir, crearon esculturas de la figura humana, así como figuras tomadas del mundo natural, animales y plantas.
En sus huacos retratos llegaron a representar rostros expresando las diversas emociones del hombre, aunque algunos también eran de personas enfermas, por ejemplo, con ceguera.
Asimismo, se aprecia un carácter pictórico en algunas de sus piezas que eran pintadas y tenían ornamentos. La cerámica Mochica era además completamente realista y les sirvió para expresar su forma de vida, creencias, actividades económicas y formas de ver el mundo.
Esto a su vez nos lleva a otra de sus características, y es que se trata de un arte cerámico documental ya que permite a los investigadores conocer mejor a la cultura. Es como si los ceramistas mochicas hubiesen narrado a través de sus obras los elementos más importantes de su civilización para que cientos de años después, pudiéramos comprenderla.
A diferencia de otras culturas que apuntaban más a la policromía en sus obras cerámicas, los Mochica se limitaron al uso de pocos colores, especialmente el azul, verde y amarillo limón, mientras que en las figuras escultóricas lo común era el rojo sobre el crema. Los materiales empleados para crear sus piezas fueron el barro y la arcilla.
¿Qué representaban los moches en su cerámica?
En relación a la cerámica escultórica de la que hemos hablado antes, los Mochica representaban figuras de hombres en las que, de acuerdo a su rango dentro de la comunidad, variaba el tamaño de la pieza. Por ejemplo, si se trataba de los más importantes, la figura era de mayores dimensiones que cuando se representaba a un hombre común.
Pero, no solo se limitaron a la creación de figuras humanas o animales, sino que también crearon con sus hábiles manos vasijas que normalmente tenían un asa, un pico y estaban decoradas con pincel.
La representación del mundo que les rodeaba también tuvo un lugar destacado dentro de la cerámica Mochica que también llegó a ser de carácter naturalista (plantas y animales), pero también se crearon figuras que retrataban el diario vivir, sus labores agrícolas y pesqueras, así como su guerrear.
¿Y qué decir de los dioses? Al igual que todas las culturas prehispánicas, las deidades y el mundo espiritual fue protagonista en ciertas piezas as manera de escenificación de rituales, ceremonias y sacrificios.
Pero, la cerámica Mochica no siempre tenía un significado especial, sino que también se elaboraban piezas de uso doméstico diario que destacaban por su sencillez, pero al mismo tiempo por su practicidad.
Buena parte de las obras cerámicas hechas por los Moches, han sido encontradas por los arqueólogos dentro de tumbas, de ahí que no es ilógico pensar que este arte tenía que ver con el contexto funerario.
Fases de la cerámica Mochica
Las variaciones observadas en las botellas de asa estribo, permitieron al arqueólogo peruano Rafael Larco Hoyle, dividir la cerámica mochica en fases:
Mochica I: las piezas se caracterizan por ser pequeñas, sólidas, con asas circulares, picos cortos y con rebordes muy marcados. En esta fase se evidencian esculturas de cuerpo entero, representaciones animales y vegetales. En la mayoría de los casos, la cerámica estaba recubierta de crema y sobre él se pintaba con rojo, ocre, anaranjado o negro.
Mochica II: se estiliza un poco más la cerámica y se evidencia un asa redonda que junto al y pico ahora son más más grandes pero este último tiene solo un ribete. Las figuras representadas son las mismas que la fase anterior y se sigue usando el color crema combinado con rojo, ocre, marrón y anaranjado.
Mochica III: las piezas siguen ganando en tamaño y capacidad en el caso de los recipientes. Los picos son pequeños y en con junto con el asa son ahora más finos. La cerámica escultórica representa muy bien las figuras humanas y religiosas. Los vasos son decorados con figuras geométricas o escenas realistas que le dan vistosidad.
Mochica IV: la representación de lo religioso cobra importancia, se incorpora el elemento paisajístico. El asa es ahora redonda y los picos son rectos.
Mochica V: en la última fase ocurre lo contrario a las anteriores, y es que la cerámica ahora es un poco más pequeña, pero con asa alargada y triangular. Predominan los decorados con figuras geométricas, dejando de lado las representaciones humanas.
La cerámica de la cultura Mochica tiene tanto valor que más de 45.000 piezas rescatadas se exponen el Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera, si visitas este lugar, puedes ver de cerca el delicado trabajo que hacían los artesanos Moches.
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